Disfunción Sexual

La disfunción sexual (impotencia) es la incapacidad para lograr una erección o mantenerla con la suficiente firmeza para tener una relación sexual. Tener problemas de erección de vez en cuando no es necesariamente un motivo para preocuparse. Si la disfunción eréctil es un problema continuo, sin embargo, puede provocar estrés, afectar la confianza en ti mismo y contribuir a causar problemas en las relaciones. Los problemas para conseguir o mantener una erección también pueden ser un signo de una enfermedad no diagnosticada que necesita tratamiento y un factor de riesgo de enfermedades cardíacas.

Si estás preocupado sobre la disfunción eréctil, habla con el médico, incluso si te avergüenza. A veces, el tratamiento de una enfermedad no diagnosticada es suficiente para revertir la disfunción eréctil. En otros casos, podrían necesitarse medicamentos u otros tratamientos directos. Disponemos de todos los tratamientos para mejorar la calidad de las relaciones sexuales. Desde tratamiento médico hasta quirúrgico, pasando por las ONDAS DE CHOQUE, es la terapia más innovadora para la solución de los problemas de erección.

Los síntomas de la disfunción eréctil pueden comprender:

  • Problemas persistentes para tener una erección.
  • Problemas persistentes para mantener la erección.
  • Disminución persistente del deseo sexual.

El médico de cabecera es la persona indicada para consultar primero cuando tienes problemas eréctiles en los y siguientes casos:

  • Te preocupan tus erecciones o tienes otros problemas sexuales, como eyaculación precoz o tardía.
  • Tienes diabetes, enfermedad cardíaca u otro trastorno conocido que pueda estar asociado con la disfunción eréctil.
  • Tienes otros síntomas además de la disfunción eréctil.

La excitación sexual masculina es un proceso complejo que involucra al cerebro, las hormonas, las emociones, los nervios, los músculos y los vasos sanguíneos. La disfunción eréctil puede ser el resultado de un problema con alguno de estos factores. Del mismo modo, el estrés y las inquietudes relacionadas con la salud mental pueden provocar disfunción eréctil o empeorarla. A veces, la disfunción eréctil se debe a una combinación de cuestiones físicas y psicológicas.