Ecografía de mama

La ecografía de mama se utiliza para diferenciar nódulos o tumores que pueden ser palpables o aparecer en la mamografía. Su principal objetivo es detectar si el tumor es de tipo sólido o líquido para determinar su benignidad.

La mayoría de las mujeres sabe que a partir de una determinada edad es muy importante realizarse revisiones periódicas de mama. La prevención siempre juega un papel destacado, pero hay enfermedades que se pueden detectar a tiempo con la localización de la existencia de células cancerosas y poner un rápido tratamiento cambia por completo la evolución de estas. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso del cáncer de mama. Además de la exploración que los ginecólogos realizan en consulta, también son fundamentales las pruebas diagnósticas como método de cribado, para conocer si todo está en perfectas condiciones o hay que alertarse por algún motivo. Las más comunes son la ecografía de mama y la mamografía.

La ecografía de mama es una prueba que examina los senos mediante ultrasonidos. A través de un pequeño aparato, denominado transductor, el médico puede ver la imagen de las mamas de la paciente. Por sí sola, esta prueba no suele mandarse como test para la detección del cáncer, sino como complemento. Sin embargo en mujeres con mamas densas, con menos tejido adiposo, la inclusión de una ecografía en el protocolo mejora la detección de esta enfermedad. Se trata de una prueba indolora que no necesita ninguna preparación.