Tratamientos de fertilidad

La infertilidad es un problema que afecta aproximadamente a una de cada seis parejas en edad fértil. De hecho, en España se estima que alrededor del 15 por ciento de los hombres y las mujeres que desean aumentar la familia pueden tener un problema de fertilidad. Tener un hijo no es tan fácil como a priori parece. Hay estudios que demuestran que sólo hay entre un 17-25 por ciento de posibilidades de quedarse embarazada tras mantener una relación sexual en el momento de la ovulación de la mujer.

Los expertos indican que cuando una pareja decide dar el paso y utilizar algún método de fertilidad deben ser conscientes de que los cambios hormonales que se producirán en la mujer pueden llegar a provocar ansiedad, depresión y estrés. «Es muy frecuente que aquellas parejas que tienen dificultad para concebir un hijo experimentan sentimientos de angustia, soledad y tristeza, que afectan a la hora de enfrentar un tratamiento». Es recomendable buscar apoyo psicológico. Es fundamental mantener una actitud positiva y abierta e intentar seguir su vida con normalidad.

Entre las alternativas al alcance de los pacientes, las técnicas más utilizadas en España son:

  • Fecundación in vitro, consiste en la unión del óvulo y del espermatozoide en el laboratorio. El proceso de estimulación ovárica suele durar entre nueve y once días.
  • Inseminación, suele ser una de las primeras opciones para parejas jóvenes con pocos problemas de fertilidad. Consiste en depositar dentro del útero una muestra de semen en las mejores condiciones en el momento adecuado, durante la ovulación. La muestra puede ser o de la pareja o de un donante. En este caso el proceso de estimulación ovárica suele durar entre ocho y diez días.
  • Ovodonación, más conocido como donación de óvulos.
  • Vitrificación, técnica ha abierto un nuevo abanico de posibilidades para aquellas mujeres que desean postergar su maternidad. La vitrificación de ovocitos es un procedimiento realizado en el laboratorio que permite conservar en el tiempo los ovocitos de la paciente. Para ello se someten a bajas temperaturas, que mantienen sus propiedades intactas hasta el momento de su descongelación.