Vasectomia

La anticoncepción masculina es posible gracias a la técnica de la vasectomía, un método anticonceptivo quirúrgico que consiste en la sección y ligadura de los conductos deferentes para conseguir que el semen eyaculado no contenga espermatozoides. Es una técnica muy consolidada que se realiza de forma ambulatoria, con anestesia local y en un tiempo aproximado de unos 15 minutos. La vasectomía se realiza mediante una intervención quirúrgica muy sencilla que se practica con anestesia local. Consiste en hacer dos pequeñas incisiones en el escroto para cortar los dos conductos diferentes, impidiendo así que los espermatozoides producidos en los testículos no puedan llegar al líquido seminal que se genera en las glándulas seminales y la próstata.

Se trata de un procedimiento rápido y seguro y podrás reiniciar tu actividad en 48 horas. Es el método irreversible para el control de natalidad más sencillo, con una seguridad del 99.9%. Es permanente y se realiza en unos 30/40 minutos.

La vasectomía es el método anticonceptivo masculino más fiable, por lo que la consecuencia más directa será la esterilidad del hombre, aunque no será inmediata,  después de la operación, quedarán algunos espermatozoides circulante en el líquido seminal. Por ello, los siguientes días será necesaria la utilización de otros métodos para evitar un embarazo indeseado.

En cuanto a los riesgos que tiene, es una operación muy segura y la inmensa mayoría de las personas no tienen ningún problema. Sin embargo, los riesgos más comunes en este caso son la aparición de hematomas y dolor testicular leve y, raramente, las infecciones, aunque suelen ser muy leves y tienen fácil solución con antibióticos.

A pesar de ser un método muy efectivo, la vasectomía no es infalible, por tanto, la probabilidad de embarazo después de la operación nunca es del 0%. Sin embargo, si se siguen las indicaciones del especialista, las probabilidades de embarazo espontáneo debidos a la impermeabilización espontánea de los conductos deferentes son mínimas.