Cura de los pies de una persona con Alzheimer

La Clínica Podológica Soriano, como entidad solidaria con el Alzheimer desde el año 2012, tiene firmado un convenio de colaboración con AFA Canals, prestando sus servicios especiales a los usuarios de AFA Canals, impartiendo jornadas de formación alrededor de la cura de los pies de las personas con Alzheimer y con donación de material sanitario y podológico a esta entidad, es por eso que aprovechamos para recordaros una serie de recomendaciones alrededor de la cura de los pies de una persona con Alzheimer.

Al igual que pasa con el resto del cuerpo, el paso de los años afecta en nuestras piernas y pies.

En general se produce un perdida de elasticidad muscular, de tejido graso y de amortiguación en la zona anterior de los pies y al talón; un allanamiento de la *bóveda plantar, una disminución de la sensibilidad y de la propiocepción de los pies y, cada día un peor funcionamiento del retorno venoso así como una deambulación cada vez más inestable.

Como medidas general de la cura de los pies de una persona con Alzheimer, podemos destacar:

• Calzado adecuado para cada momento del día. Comprobando frecuentemente que el número se el adecuado

• Examinar el interior del zapato para comprobar que no hay roce (puede haber una falta de sensibilidad y no notar nada)

• Corte correcto de las uñas (lo más recto posible) para evitar problemas de uñas que se clavan.

• No utilizar callicidas ni nada que corte para evitar provocar heridas y por tanto más dolor del que ya hay.

• Una hidratación más que correcta de la piel (una crema con urea al 10% sería suficiente).

• Proteger los pies del frío y calor, evitando siempre fuentes directas de calor que a empeorarán la circulación sanguínea.

• Lavar los pies con agua templada, realizar un secado minucioso aprovechando para hacer una inspección de toda la piel de los pies.

• Acudir al podólogo periódicamente y, especialmente ante cualquier anomalía que observamos en los pies de nuestro familiar.

• De la misma observación especial requiere la deambulación, ante cualquier síntoma de inestabilidad acudir a nuestro podólogo. Para reducir el riesgo de caídas y mejorar el andar de la persona.