La vuelta al cole, ¿Cómo afecta el peso de la mochila a los pies?

En breve comienza la vuelta al cole, y con ella, la compra del material escolar. En muchas ocasiones dejamos a gusto de nuestros hijos la elección de este material, pero hay ciertos aspectos a tener en cuenta.

Entre este material que se debe comprar atendiendo a una serie de recomendaciones, se encuentran las mochilas que, en muchas ocasiones preocupa más su estética que funcionalidad.

Una carga excesiva no solo afecta a la espalda, sino que también puede alterar otros aspectos del aparato locomotor, y lógicamente también a forma de caminar del niño.

El peso que el cuerpo de un niño o niña puede llevar en la espalda sin tener efectos perjudiciales, oscila entre el 10-20% de su peso corporal para que no tenga repercusiones en su salud, a corto o largo plazo.

De superar estos límites de peso se puede provocar alteraciones de la biomecánica de la marcha, pero también otros problemas del aparato locomotor, lesiones en las caderas, pies o espalda. Alteraciones que se pueden agravar de padecer alguna alteración de base como podría ser escoliosis a nivel de la espalda o pies planos.

Los problemas que puede ocasionar una carga excesiva en las mochilas en su mayoría, implican estructuras óseas y musculares de la espalda: escoliosis, hipercifosis, hiperlordosis, lumbalgia, dorsalgia, etc.

Pero no solo se trata del peso, sino también el modo en el que se soporta este. Las investigaciones realizadas a este respecto muestran que los niños que llevan la mochila unilateralmente (en un solo hombro) sufren una disminución en ángulos de flexión dorsal de tobillo, varo de rodilla, extensión de cadera y rotación pélvica. Así mismo, un aumento de peso en la zona lumbar desencadena en una alteración biomecánica en la articulación de la rodilla, alteración que va a influir en los pies.

Además, la distribución de la presión plantar cambia en función del peso y de cómo se lleve la mochila. En primer lugar, el exceso de carga causa asimetría en la distribución de carga, provocando una inclinación hacia delante del tronco para mantener el equilibrio. Por otro lado, una posición baja de la mochila va a dar como resultado problemas similares.

Queda así constatada la influencia de la mala distribución de la carga o un peso excesivo de la mochila en los cambios posturales y, como consecuencia, en alteraciones musculo esqueléticas.

En síntesis, a la hora de portar una mochila o de cargarla, se deberían tener en cuenta los siguientes consejos elaborados por la Asociación Española de Pediatría:

  1. la mochila debe pesar lo mínimo posible. Se debe retirar el contenido que no se usará durante ese día.
  2. La organización del material dentro de ella también será importante, colocando lo más pesado en la parte inferior. 
  3. La mochila debe situarse en el centro de la espalda, a nivel de la cintura y pegado al cuerpo. Empleando las dos asaspara llevar el peso correctamente distribuido.
  4. La condición físicadel menor también será importante, pues es necesario tener una musculatura adecuada que ayude a llevar la carga de la mochila escolar.
  5. El tiempo detransporte de la mochila debe ser el mínimo, estableciendo la recomendación de no exceder los 15 minutos.
  6. Si optamos por una mochila de ruedas, se aconseja empujar y no tirar de ella y debe tener un asa regulable según la altura.

Siguiendo estas recomendaciones no solo se evitarán dolores en la espalda derivados de portar mochilas escolares, sino que se evitarán problemas mayores que afectan a los pies y a su marcha y, por tanto, que tienen una repercusión global en el cuerpo.