Onicomicosis, hongos en las uñas

Los hongos en las uñas se denominan «onicomicosis». Cuando el hongo infecta las áreas que están entre los dedos de los pies y la piel de estos, se llama «pie de atleta» (tiña del pie).

La enfermedad de los hongos en las uñas es frecuente y comienza como una mancha blanca o amarilla debajo de la punta de una uña de un dedo de la mano o del pie. A medida que la infección fúngica se hace más profunda, el hongo puede causar decoloración y engrosamiento de la uña, así como deterioro en el borde de esta. Puede afectar varias uñas.

Síntomas

Es posible que tengas hongos en las uñas si ocurre algo de lo siguiente:

  • Están engrosadas
  • Cambian de color de blanco a amarillo amarronado
  • Están frágiles, descamadas o irregulares
  • Tienen forma anormal
  • Tienen un color oscuro, provocado por la acumulación de residuos debajo de la uña
  • Tienen un olor ligeramente desagradable

Los hongos de las uñas pueden afectar las uñas de las manos, pero son más frecuentes en las uñas de los pies.

Causas

Las infecciones por hongos en las uñas se producen debido a diversos organismos fúngicos (hongos). La causa más frecuente es el tipo de hongo llamado «dermatofito». Las levaduras y mohos también pueden provocar infecciones en las uñas.

Las infecciones por hongos en las uñas pueden ocurrir a cualquier edad, pero son más frecuentes en adultos mayores. A medida que la uña envejece, puede volverse frágil y secarse. Las grietas que aparecen en las uñas por este motivo permiten el ingreso de hongos. Otros factores, como una menor circulación sanguínea a los pies y un sistema inmunitario debilitado, también pueden influir.

La infección por hongos en las uñas de los pies puede comenzar a causa del pie de atleta (hongos en los pies) y puede contagiarse de una uña a otra. Sin embargo, contagiarse una infección de otra persona es poco frecuente.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de contraer hongos en las uñas comprenden los siguientes:

  • El envejecimiento, debido a la circulación sanguínea reducida, más años de exposición a los hongos y crecimiento de uñas más lento
  • La sudoración intensa
  • Tener antecedentes de pie de atleta
  • Caminar descalzo en lugares públicos húmedos, como piletas de natación, gimnasios o vestuarios
  • Tener una pequeña lesión en la piel o las uñas o una enfermedad de la piel, como la psoriasis
  • Tener diabetes, problemas de circulación o un sistema inmunitario debilitado

 

Complicaciones

Un caso grave de hongos en las uñas puede ser doloroso y podría causar un daño permanente en las uñas. También podría ocasionar otras infecciones graves que se extienden a otras zonas además de los pies si tienes un sistema inmunitario inhibido por causa de medicamentos, diabetes u otras enfermedades.

Si tienes diabetes, es posible que tengas menor circulación sanguínea e inervación en los pies. También tienes mayor riesgo de contraer una infección bacteriana en la piel (celulitis). En consecuencia, cualquier lesión menor en los pies (como una infección micótica en las uñas) puede ocasionar una complicación más grave. Consulta con tu podólogo si tienes diabetes y piensas que tienes hongos en tus uñas.

Prevención

Los siguientes hábitos pueden ayudarte a prevenir los hongos en las uñas o las reinfecciones, así como el pie de atleta, que puede producir hongos en las uñas:

  • Lávate las manos y los pies periódicamente. Lávate las manos después de tocar una uña infectada.
  • Córtate las uñas en forma recta, suaviza los bordes con una lima y lima las áreas gruesas. Desinfecta los alicates de uñas después de cada uso.
  • Usa calcetines que absorban el sudor o cámbiatelos durante el día.
  • Elige calzados fabricados con materiales que permitan que la piel respire.
  • Descarta los calzados viejos o trátalos con desinfectantes o polvos antifúngicos.
  • Utiliza calzado en las zonas de piscina y los vestuarios.
  • Elige un servicio de esteticien que utilice herramientas de manicura esterilizadas para cada cliente.
  • No uses esmalte de uñas ni uñas postizas.
 

Tratamiento

 

  • Conservador: Si la onicomicosis no afecta a la raíz de la uña, el tratamiento inicial son los antifúngicos tópicos. Se trata de lacas y pintauñas que se tienen que aplicar varias veces a la semana durante seis meses o incluso un año. Aunque el método de aplicación es cómodo, el tiempo de tratamiento es muy largo y los resultados no suelen ser muy buenos.
  • Farmacológico por vía oral: Si la raíz de la uña está afectada, se deben optar por fármacos antifúngicos por vía oral. La terbinafina es el medicamento que mejores resultados ha demostrado. Se debe tomar todos los días durante mes y medio, si las uñas afectadas son de las manos, y tres meses, si son de los pies
  • Otras opciones de tratamiento son el láser o la terapia fotodinámica. El láser consiste en una luz concentrada que es capaz de penetrar en la uña y destruir al hongo
  • Quirúrgico: La avulsión total de la uña consiste en separar la uña del lecho ungueal y de la matriz para posteriormente extraer la uña completa, técnica está indicada en onicomicosis gravesy que no responden al tratamiento inicial conservador. Una vez finalizada la cirugía se instaura un tratamiento mediante prescripción de antifúngicos, con el objetivo de ayudar al crecimiento sano de la nueva uña.