Periostitis del corredor

La periostitis es posiblemente una de las lesiones más temidas por el corredor. Es de las mas dolorosas y también la más difícil de recuperar, entre otras cosas porque requiere algo que nunca quiere hacer un corredor: dejar completamente de correr.

 

QUÉ ES Y COMO SE PRODUCE LA PERIOSTITIS.

 

La periostitis tibial se produce por una excesiva vibración del periostio que recubre la tibia por el impacto continuo del pie contra el suelo, y con ello se produce una inflamación del mismo, que suele ser muy dolorosa. Esto se debe a una combinación de factores: calzado demasiado duro o demasiado blando, terreno demasiado duro, falta de estiramiento de los sóleos, de los gemelos y de las fascias y, por último, desequilibrio muscular entre la parte frontal de la pierna (tibiales y peroneos) y la posterior (sóleo y gemelo).

La tibia es el hueso que soporta más peso del cuerpo, pero tiene poca protección muscular y es muy vulnerable a las lesiones por repetición y sobreesfuerzo. Gestos deportivos como, las zancadas largas, las cuestas abajo, el terreno excesivamente duro, el exceso de pronación o el inicio de la temporada entrenando a ritmos demasiado fuertes y con muchos kilómetros, son las causas que pueden producir esta lesión. Si el dolor se concentra en un punto muy concreto puede producirse una fractura por estrés (suele pasar a deportistas que insisten en el entrenamiento pese a padecer una periostitis).

 

TRATAMIENTO DE LA PERIOSTITIS

 

El podólogo realizará una exploración de la zona tibial para identificar exactamente la parcela dolorida o si hay presencia de irregularidad ósea. El tratamiento para la periostitis comienza con una disminución de la carga en la actividad física, reduciendo la intensidad del ejercicio. Hace falta un estudió biomecánico y del gesto deportivo para descartar y tratar posibles causas.

 

En muchos casos, la periostitis tibial se puede aliviar y tratar con medidas simples de cuidado personal:

  • Evita actividades que causen dolor, hinchazón o molestia, pero no dejes de hacer actividad física por completo. Durante la recuperación se deben realizar ejercicios de bajo impacto, como nadar, andar en bicicleta o correr en el agua.
  • Aplica bolsas de hielo en la espinilla afectada, durante varios días. Existen multitud de productos para esta finalidad que eliminan los problemas que provoca el hielo.
  • Consulta con tu podólogo la posibilidad de tomar antiinflamatorios por un periodo corto de tiempo para calmar el dolor.

Reanuda tus actividades habituales gradualmente, una vez que desaparezca el dolor.

COMO EVITAR LA PERIOSTITIS. 

 

  • Consulta con tu podólogo para la elección de las zapatillas, deben ser: muy flexibles, estables y con buena absorción.
  • Ten en cuenta que cuanto mayor sea tu peso, más alta debería ser la media suela.
  • Olvida las zapatillas ligeras.
  • Mejor entrenar sobre hierba o tierra.
  • Estirar correctamente y fortalecer los músculos de las piernas (se puede trabajar haciendo ejercicios de caminar pronando o supinando completamente el pie, o andando de puntillas o talones.).

Para finalizar consulta con tu podólogo para realizar una análisis biomecánico de la marcha y si es el caso confeccionar un tratamiento ortopodològico para corregir posibles desviaciones que facilitan la aparición de esta patología.