Ortopodia Infantil

Deformidades en edades tempranas pueden ocasionar graves problemas en la etapa adulta, para ello es fundamental un diagnóstico precoz, un seguimiento exhaustivo y, si es necesario, actuar con prótesis varias o cirugía si la patología lo precisa.

La ortopedia infantil es una especialidad de la cirugía ortopédica y traumatológica que se encarga de las lesiones y los trastornos músculo-esqueléticos de los niños y adolescentes. También recibe el nombre de traumatología infantil o cirugía ortopédica infantil. Los ejemplos más frecuentes de lesiones infantiles son las deformidades de los pies, las alteraciones de la marcha, la displasia de cadera, etc. Estos problemas pueden ser hereditarios, congénitos o adquiridos. Las deformidades de los pies es una de las lesiones más frecuentes en niños

Al igual que en otros campos de la medicina, el diagnostico precoz puede ayudar a prevenir un problema ortopédico en la infancia, lo que significa recibir un mejor tratamiento y una corrección más rápida. Algunas de las enfermedades que trata esta especialidad son:

  • Deformidades de columna.
  • Deformidades en brazos o piernas.
  • Deformidades producidas en el aparato locomotor como consecuencia de enfermedades neuromusculares, metabólicas, etc.
  • Deformidades de los pies (pie plano o pie cavo).
  • Alteraciones de la marcha (diferencia de longitud de miembros inferiores).
  • Displasia de la cadera.
  • Alteraciones angulares de miembros inferiores.

Esta especialidad abarca todas las subespecialidades que tiene la ortopedia del adulto, pero los profesionales que se dedican a esta disciplina tienen una formación específica en problemas ortopédicos congénitos o adquiridos en niños y adolescentes, ya que las lesiones cambian y el cuerpo responde de manera diferente según la edad del paciente. Precisamente, es en las etapas infantiles cuando los músculos y los huesos están en continuo crecimiento y desarrollo. Por ello, los principios de ortopedia establecen que resulta fundamental detectar y realizar un diagnóstico precoz de cualquier patología ortopédica para su adecuado tratamiento.

Cuando se detecte algún problema en el niño, es importante consultar con un especialista en ortopedia infantil. Este puede realizar un examen físico completo para valorar los rangos de movilidad articular, identificar las zonas de dolor, buscar en caso de derrame articular y comprobar la estabilidad de la articulación. Además es importante que este especialista se centro en las áreas de crecimiento en los extremos de los huesos, la zona más susceptible de sufrir lesiones en los primeros 20 años del individuo.