Vacunación

Las vacunas ayudan a proteger a bebés, niños y adolescentes de enfermedades graves. Recibir las vacunas de la infancia significa que su hijo puede desarrollar inmunidad (protección) contra enfermedades antes de que entren en contacto con ellas. En vacunar a su hijo también protege a otros. Gracias a la inmunidad comunitaria, las vacunas ayudan a evitar que enfermen los hermanos pequeños del niño sin vacunar, miembros de la familia mayores y amigos.

Gracias a las vacunas la mayoría de nosotros nunca hemos visto los efectos devastadores que las enfermedades como la poliomielitis, la sarampión o la tos ferina pueden tener. Es fácil pensar que estas son enfermedades del pasado, pero aún existen y de hecho, debido a los nuevos corrientes anti vacunas en algunas zonas, no es extraño que se produzca brotes y epidemias por estas enfermedades potencialmente preventivas. Es importante seguir los calendarios vacunales de cada comunidad, si bien existen otras vacunas fuera del calendario sobre las que podemos asesorarte.

Los niños tienen mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas porque sus sistemas inmunitarios no han creado las defensas necesarias para combatir las infecciones y enfermedades graves. Las vacunaciones comienzan en una edad temprana para proteger a los niños antes de que estén expuestos a las enfermedades.